"El secreto de ser aburrido es decirlo todo"

Voltaire.

viernes, 29 de julio de 2011

EL DINERO DE LAS AUTONOMÍAS: UN LIO...O UNA MALA EXPLICACIÓN.

                                                                        “Es sorprendente el número de tonterías
                                                                        que se pueden creer temporalmente si 
                                                                        se aísla uno demasiado tiempo del
                                                                        pensamiento de los demás, sobre todo
                                                                        en economía”.
                                                                                                                 J.M. Keynes.
           
Alguien me ha contado que conoce cada vez a más gente, interesada por la información, pero no por la economía, que está pendiente de saber como evoluciona la prima de riesgo de la deuda pública española. Es más, ya la calculan directamente: visitan cualquier página web financiera, toman el tipo de interés en el mercado del bono español a 10 años, le restan el interés del bono alemán y así obtienen el diferencial entre ambos, la prima de riesgo. ¡Quién iba a decir, no ya que tanta gente se iba a interesar por la economía, sino que incluso dentro de ella, iba a descender a semejantes detalles!

Yo lo noto. Hay preocupación sobre como calificarán los mercados a España por el comportamiento de sus cuentas públicas,...qué si gastamos mucho,... que si recortes.... Los mercados, parece coincidir todo el mundo, nos examinan cada mañana y cualquier palabra de más nos puede costar caro. Sin embargo, no oigo nunca comentar, ni valorar como marcha el presupuesto. Durante años he tenido la responsabilidad de informar de ello. Cada mes, el Ministerio de Hacienda, ofrece los datos de gastos, ingresos y déficit (o superávit) del Estado. Ayer mismo se conocieron los correspondientes a junio. Y en estos tiempos en que “los mercados nos miran con lupa” he comprobado que dichos datos no tenían reflejo alguno en la prima de riesgo, cuando se publicaban. Daba igual que fuesen buenos o malos, la prima de riesgo no movía una ceja, o si lo hacía nunca era en la dirección que indicaba la marcha de las cuentas del Estado. Tampoco recuerdo a ningún analista hacer siquiera referencia a los datos. Es algo así como si nos pasásemos todo el día hablando de fútbol y no nos interesase conocer los resultados de los partidos.

La existencia de las Comunidades Autónomas acentúa aun más el fenómeno. Es por ahí por donde nos están examinando ahora los mercados y donde corremos el riesgo de que nos den suspenso general, se escucha una y otra vez. Lo dice el Banco de España. Y si lo dice el Banco de España, lo comentan analistas, políticos y demás. La nueva presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, se estrenó en su cargo acusando sin datos al anterior gobierno regional de ocultar impagos y déficit. Es el procedimiento más burdo y tópico para justificar posteriores recortes de los servicios a los ciudadanos. Pero además, los mercados, que están siempre al acecho, deberían haber castigado de nuevo a España, con una elevación de la prima de riesgo. Pues no ocurrió. La prima de riesgo española se ha elevado compulsivamente en los últimos meses, pero precisamente no ocurrió cuando Cospedal dijo eso.

Estos días el debate de las cuentas autonómicas se ha disparado con ocasión de la reunión que ha tenido Gobierno con las Comunidades Autónomas para repasar las cuentas: el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Se ha escuchado de todo, menos datos. Especialmente se atribuye el mal estado de las cuentas autonómicas a que gastan sin tino.

Sepamos en qué se gastan las Comunidades Autónomas:

 -El 61 por ciento de todo el dinero que emplearon el año pasado fue para Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
 -Si a estos tres gastos les sumamos otros que denominaríamos también ayudas a los ciudadanos: Fomento del Empleo. Acceso a la Vivienda, Subvención al Transporte y una pequeña parte de pensiones, el dinero empleado en todo lo que podríamos llamar Estado del Bienestar y formación de los ciudadanos representa casi el 66 por ciento de todo lo gastado el año pasado por la Comunidades Autónomas.
 -¿En qué gastan el 34 por ciento restante?. Pues en Infraestructuras, en conceder ayudas a la Investigación y la Innovación, en Agricultura, en la Administración de Justicia, en Policía y en pagar la deuda dedican otro 21 por ciento.


El problema es que los gastos están disparados, crecen exponencialmente, dicen algunos sin aportar un dato. No es así: de 2009 a 2010 el gasto de las Comunidades Autónomas, permaneció prácticamente estancado (tan sólo aumentó el 0,21 por ciento).

El problema de las Comunidades Autónomas no es de gasto, es de ingresos. Sus ingresos se han desplomado. De 2009 a 2010 los ingresos cayeron más de un 8 por ciento.¿A que es debido? Pues a una combinación mortal: la crisis y la bajada de algunos impuestos en algunas autonomías. Como ejemplo, los impuestos que se pagan al comprar una casa han caído a la mitad tres años. Y eran claves para las autonomías.

Tal y como se ha configurado España, las Comunidades Autónomas son la Administración que tiene preferentemente encomendada la gestión de lo que constituye Estado del Bienestar, si exceptuamos el pago de las pensiones. Sus gastos son especialmente redistributivos (recibe más el que menos tiene) y son muy poco elásticos (no se pueden recortar si no es causando un grave perjuicio a los ciudadanos de a pie).
Hay quien se está preguntando si la insistencia de tanto ajuste en todo el mundo no tiene por objeto adelgazar al máximo el Estado de Bienestar. Si fuese así, la Comunidades Autónomas están en el punto de mira.

Lo que ocurre es que el PP se ha pasado la crisis atribuyendo sus causas exclusivamente al Gobierno Central y exigiendo que lo arreglase todo al Gobierno Central. Mientras, desde su poder autonómico se ha jugado a explicar lo bueno que es bajar impuestos. Ahora les ha tocado gestionar la grandísisma mayoría de las Comunidades y vuelven a exigir al Gobierno Central que se responsabilice del asunto. 


martes, 26 de julio de 2011

DECÍAMOS AYER...DEUDA, PRIMA DE RIESGO, AJUSTES...

Un hombre tonto no es capaz de hacer en ningún momento de su vida los disparates que hacen a veces las naciones dirigidas por centenares de hombres de talento”

Trafalgar.
Benito Pérez Gadós.



La Unión Europea ha acordado la adopción de la decisión histórica más relevante desde la creación del euro, en 1999 . La Comisión Europea, los Gobiernos del euro y el Fondo Monetario Internacional están dispuestos a prestar miles de millones a los países que más intereses pagan por su deuda, al considerar que sufren circunstancias excepcionales que están fuera de su control. Tras la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que hay voluntad política para defender la estabilidad de nuestra moneda, mientras que su ministro de exteriores, el liberal, Westerwelle añadió que lo importante es que quienes atacan al euro sepan que están dispuestos a defenderlo . A propuesta de la Comisión Europea se ha acordado una reforma urgente de las agencias de calificación de riesgo.

Lo escrito hasta ahora no es mío. Aunque he evitado entrecomillarlo, son fragmentos extraídos de varios periódicos. Pero me sirven para repasar lo que fue la cumbre de la Unión Europea de la pasada semana. En primer lugar, porque el conjunto ofrece un resumen bastante claro. Y en segundo término, porque explican el resultado de las medidas acordadas por los gobernantes europeos frente a la crisis de la deuda que comenzó con Grecia.

Todos esos fragmentos, que tratan de resumir la cumbre, no corresponden a la semana pasada. Se publicaron hace ahora más de un año, entre el 8 y el 10 de mayo de 2010. Informan de las medidas tomadas por la Unión Europa para hacer frente a las dificultades de Grecia para pagar su deuda y atajar el contagio a otros países. Pero quien lo haya leído habrá comprobado que servirían exactamente para ahora.
El enfoque del problema sigue siendo el mismo, pero ha cambiado una cosa: se ha implicado a los bancos acreedores, esto es, a los que mayoritariamente prestaron a Grecia comprándole títulos de su deuda, para que acepten alargar el plazo de recuperación de los préstamos y en algunos casos la  pérdida de una parte del dinero prestado. Era un empeño de Alemania: que los prestamistas, los acreedores, también contribuyeran a solucionar parte del problema. Tiene toda la lógica del mundo: prestaron dinero a Grecia a cambio de un interés alto. Es decir, ganaban mucho más dinero prestando a Grecia que a Alemania, por poner un ejemplo. Y ganaban mucho más porque el riesgo de no cobrar era mayor. Ahora lo razonable es que paguen, en forma de rebaja o alargamiento del plazo de recuperación de la deuda, parte de ese riesgo que les llevó a ganar más con los préstamos. Es la “lógica del mercado” que los mercados defienden. 

Esto es lo que se hace en una suspensión de pagos: los acreedores aceptan un plan para cobrar bastante más tarde de lo previsto y dejar de cobrar una parte de lo prestado (lo que se llama quita). No les queda otro remedio, porque la alternativa es no cobrar. En este caso, el único matiz es que los bancos lo han decidido “voluntariamente”.

Pero a las agencias de calificación de riesgos esto les da igual. Moody´s, por ejemplo, lo ha considerado este lunes una forma de suspensión de pagos y ha rebajado al límite la calificación de la deuda Griega. Estas notas que ponen las agencias tienen una importancia capital: son las que miran los que van a comprar deuda en grandes cantidades (los que van a prestar) para decidir el interés que cobran. Cuanto peor es la nota, más interés se cobra. Pero no sólo eso, determina indirectamente el interés de la deuda griega que ya está emitida. Y el mercado de compra-venta de deuda, como todos los mercados financieros, es especulativo y tiende a acentuar más este fenómeno.

El acuerdo también mejora a la situación en otra cosa: el dinero que la Unión Europea presta a Grecia, y también a Irlanda o Portugal será a menor interés que hasta ahora y a más largo plazo.

Pero el planteamiento no cambia: Grecia lleva ya dos ajustes, dos recortes del gasto público que le impide crecer, porque en época de crisis el crecimiento se consigue preferentemente con dinero del Estado, ya que las empresas, o andan mal o no quieren arriesgar, por que la gente no compra. La Unión Europea y el FMI se lo impusieron para prestarle dinero. El comunicado vuelve a aplaudir este mecanismo. Pero además insiste en que los demás países también deben hacer ajustes de gasto. Y si todos al tiempo recortan sus gastos previsiblemente recortarán una parte del crecimiento.

Grecia, Portugal e Irlanda tenían un problema para devolver su deuda. Como consecuencia de ello, las agencias de calificación les ponen mala nota y sus intereses suben. Ahora tienen dos problemas. Los intereses engordan aun más su deuda. Y los recortes de gasto les impiden crecer, con lo que no recaudan suficiente para pagar esa deuda.

¿Resolverá el Plan de la Unión Europea el problema? El Plan del año pasado, presentado por los medios de comunicación como hemos leído al principio, no lo consiguió. Ahora las dificultades para devolver la deuda son mayores, porque los intereses han subido y el crecimiento no.

viernes, 22 de julio de 2011

LA BREVE LEGISLATURA DEL PRESIDENTE CAMPS.

           
                                                                                   "La mentira es más exquisita que la     
                                                                                    verdad y el sueño más puro que la 
                                                                                    realidad terrestre".
                                                                                                       Mika Waltari.
                                                                                                       Sinuhé el Egipcio.
                                                                                                       Libro Segundo. 2.

Hoy voy a escribir un poco de política, que tampoco viene mal. Me refiero a escribir de los gobernantes. En este caso del gobernante autonómico que puede presumir de haber disfrutado del mandato presidencial más corto: 37 días ha durado esta tercera presidencia de Francisco Camps.
Camps debe haber dejado su cargo con la sensación de que ha hecho los deberes. Los ha hecho, ciertamente para su partido: El PP le presentó a las elecciones a pesar del procedimiento judicial que pesaba contra él. Y ganó las elecciones por mayoría absoluta. Cuando no se habían cumplido dos meses, su partido le pide que reconozca que sí ha cometido el delito de haber aceptado los trajes. ¡El mismo partido que le presentó como candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana le pide, menos de dos meses después, que reconozca haber cometido el delito!
Camps debió calcular que si reconocía haber cometido delito tendría que renunciar a la presidencia de la Generalitat Valenciana aunque el PP no le obligara a ello. Eso explicaría que no se haya declarado culpable y haya preferido sólo uno de los dos sacrificios, el de irse.
¿Supone esto un revés para el Partido Popular? ¿Representa un problema para la persona que más ha apoyado a Camps: el presidente de su partido Mariano Rajoy?
Veamos: Camps gana por mayoría absoluta las elecciones para el PP. Si hubiera abandonado antes de celebrarse los comicios, es dudoso que su partido hubiese logrado la mayoría suficiente para hacerse con el poder de nuevo en la Comunidad Valenciana.
Esa victoria conllevaba una pesada carga para Rajoy: la de ir permanentemente acompañado de quien tenía un asunto pendiente con la justicia. Ahora solo faltaba un paso para que el PP de Rajoy completase la faena: quitarse de encima a Camps. Y lo ha conseguido del mismo modo que consigue las cosas Rajoy: esperando el hundimiento del otro si mover un músculo.
A Camps los trajes de la mejor hechura le salieron gratis total, se los pagó la trama Gürtel . Al PP de Rajoy la presidencia de la Generalitat Valenciana también le ha salido gratis, se lo pagó un electorado que se dejó engañar y eligió a un presidente por un mes.
A este paso vamos a empezar a creer que la pasividad es una virtud.  

sábado, 16 de julio de 2011

¿TEST DE ESTRÉS? NO, GRACIAS

Reconozco que hace un año me tomé muy en serio los test de estrés (o mejor dicho las pruebas de resistencia de la banca europea). Y confieso que ahora casi me avergüenzo de ello. Se debería a las fechas en que se publicaron, calurosas y ya muy cerca de las vacaciones. O más probablemente porque a algo hay que agarrarse cuando se sigue día a día la marcha de la economía y se detecta una tendencia permanente a pregonar el drama. Lo cierto es que entré en el juego, como casi todos.

Desde entonces, algunos hechos no han dejado de sorprenderme. Hace un año se esperaba que en el momento en que se publicasen las pruebas de resistencia se disiparían muchos de los temores que suscitaba la economía,...la europea y más en particular la española. Los mercados están castigando los temores sobre la banca, decían las autoridades y los analistas, y una vez que se conozca el estado de salud de las entidades, todo quedará aclarado.
Estas pruebas consisten calcular qué le pasaría a cada banco si la situación económica empeorara, si los préstamos que ha dado no se devuelven y las casas o cualquier otro bien que sirve de aval pierde valor, por ejemplo. Para soportar estas desgracias el banco debe tener dinero o bienes propios suficientes, esto es, capital. Si ese capital es suficiente en la peor de las situaciones, el banco ha aprobado, si no es suficiente, ha suspendido.
La solución es clara, se dijo: Se sabrá cuales son las entidades suspendidas, las que les necesiten capital (si les falta dinero propio, no prestado, para hacer frente a futuros problemas) y bastará con conseguirlo. Pero, a la mayoría de las entidades, se añadía, no les faltará, demostrarán su solidez y el mercado las premiará. Era un intento más de tranquilizar al mercado. Pero la alegría duró poco.

Para valorar la eficacia de las pruebas de resistencia publicadas este viernes, las segundas que se hacen en Europa, hagamos una “prueba de resistencia”. Observemos que ocurrió tras las primeras, las de hace un año:
  • De los seis bancos griegos examinados entonces, sólo uno suspendió. Ahora Grecia vive un calvario y sus bancos están sometidos al riesgo de impago más que ninguno.
  • Los dos únicos bancos irlandeses que fueron al examen aprobaron. Ocho meses después, Irlanda, con una crisis bancaria que ha hundido su economía, realizó sus propias pruebas de resistencia. Según ellas, sus bancos necesitaban 24.000 millones de euros de capital. Moody`s no tardó en rebajar con fuerza la calificación de la banca irlandesa.
  • En España el resultado fue satisfactorio, a pesar de que suspendieron cinco cajas. Según el examen, necesitaban conseguir 1.835 millones en capital. Seis meses después, el Gobierno aprobaba un nuevo plan de urgencia para capitalizar a las cajas. Poco más tarde, el Banco de España determinaba que ocho cajas y cuatro bancos necesitaban 15.152 millones de capital.

En un artículo publicado en El País el mismo día de las primeras pruebas de resistencia, el profesor y economista alemán, Jan Pieter Krahen, aseguraba: “Revelar la información referente al suspenso conllevará casi con seguridad un aumento de los problemas de financiación para los bancos implicados...”

Las segundas pruebas se han realizado con el resabio de todos los implicados, precisamente por ese riesgo. Alemania anunció que no publicaría el examen de una de sus entidades. La situación de deterioro máximo que se contempla en las pruebas en Grecia, Portugal o Irlanda, ya ha sido superada por la realidad. En España, el único país que somete a examen a todos sus bancos y cajas, sus autoridades y entidades están enfadadas. La razón: en el examen no se ha permitido considerar como capital el dinero que el Banco de España les obliga a tener por si surgen problemas económicos (son lo que se llaman provisiones genéricas).

Los test de estrés o pruebas de resistencia responden a los principios del sistema financiero desregulado. Consiste en que las entidades actúen con la máxima transparencia para que sea el mercado el que en realidad controle el sistema.

El propio Banco de España, defensor a ultranza hasta ahora de las pruebas de resistencia, mostró este viernes su desapego como solución óptima. En una nota señalaba: “la labor supervisora, lógicamente, va más allá de la realización de unas pruebas de estrés, por lo que el Banco de España, como otros supervisores, evalúa continuamente otros muchos aspectos como el control de riesgos, el modelo de negocio, la calidad de la gestión, la financiación o la rentabilidad de las instituciones, que son claves para juzgar la fortaleza y viabilidad de cada una de las entidades”.

Conclusión: los ciudadanos tienen encomendada a las autoridades la regulación del sistema financiero (garantizar que los bancos y cajas se dediquen a proveer dinero a la sociedad) y también su supervisión (asegurarse que los bancos hacen correctamente su trabajo). Los gobiernos y los bancos centrales tienen ese cometido (no es un derecho o una opción, es una obligación). Probablemente, si nunca se hubieran relajado respecto a ese principio, para dejarlo en manos del mercado, mejor hubiese ido a todos. Menos test de estrés y más control público al sistema financiero.

Ahora, el resultado de las pruebas servirá, como tantas otras cosas, de mazo de la baraja para que el crupier reparta cartas en ese gran casino que son los mercados.

viernes, 15 de julio de 2011

EL PRECIPICIO CRUZA EL CHARCO

En todas partes cuecen habas. Analistas, politólogos, o sencillamente tertulianos,... los propios políticos, no han parado de criticar a las instituciones y a los gobernantes europeos por su falta de capacidad para alcanzar acuerdos. Dicen que esa es una de las causas de que la deuda de España o Italia se haya disparado. No ha faltado la comparación con Estados Unidos. Allí, se argumenta, no pasan esas cosas porque hay una sola política económica y una sola autoridad económica. Aquí, en la Unión Europea, la falta de una política económica común nos había situado al borde del precipicio.
Ahora el señor precipicio se ha trasladado al otro lado del charco. Barak Obama y los demócratas por un lado y los republicanos por el otro negocian un acuerdo para que se le autorice al gobierno emitir más deuda pública, o lo que es lo mismo, pedir más dinero prestado del que ahora puede, y por lo tanto endeudarse más. Un permiso que el gobierno de Obama debe obtener del Congreso. Allí, los republicanos tienen la llave. Si no hay acuerdo el 2 de agosto, el presidente Obama ha advertido que no tendrán dinero para hacer frente a todos los gastos y por tanto, deberán suspender pagos (Eso que de forma tan truculenta como inexacta los medios de comunicación, los analistas o los políticos les ha dado por llamar quiebra, tanto en este caso como en los de Grecia y demás. Supongo que para añadir más dramatismo al drama).
Estados Unidos tiene un déficit publico elevadísimo (es decir, el estado se gasta más de lo que ingresa). Más elevado que España. Representó el año pasado el 11,3 por ciento de todo lo que produjo el país, de todo su PIB. En dinero, es el déficit mayor del mundo. Para pagar ese déficit se emite la deuda pública, se pide dinero prestado. Y el nivel de deuda de Estados Unidos también es muy elevado. Es una cifra semejante a todo su PIB. Pero pese a ello, por ahora no ha tenido ningún problema en los mercados financieros. Nadie ha dudado de la potencia económica que está detrás. Además, los grandes centros de decisión de lo que llamamos mercados son mayoritariamente norteamericanos (los bancos de negocios, los gestores de los grandes fondos de inversión o de pensiones, las agencias de calificación de riesgos).
Lo que ahora se está disputando en Estados Unidos es una batalla más sobre quien paga la crisis, si el ciudadano de a pie o el que va subido al carro de las ganancias especulativas o los beneficios ilimitados. Obama propone que lo paguen a medias. Esta dispuesto a reducir el elevadísimo déficit público de dos maneras: recortando gasto social (a costa del ciudadano de a pie, y más concretamente del que camina descalzo) e incrementando los ingresos con un impuesto a los que ganan más de 250.000 dólares al año (estos tuvieron una sensible bajada de impuestos durante la presidencia de Bush). Los republicanos están decididos a que la crisis la pague el que menos tiene, y rechazan de plano la subida de impuestos a los ricos como parte de la solución. Sólo quieren oír hablar de recortes. Dos agencias de calificación de riesgos, Moody`s y Standard and Poor`s, ya han advertido que pueden rebajar la nota que daban a la deuda norteamericana si no hay acuerdo.
Visto con frialdad todo parece un despropósito: que un país pueda llegar a no pagar, no por insolvencia, sino por la falta de acuerdo de sus dos únicas fuerzas políticas. Pero como antes señalaba el debate teórico sobre quien debe pagar la crisis ha pasado a los hechos y nada menos que en Estados Unidos. En Europa quedó claro, desde hace ya más de un año, que la crisis la pagan los ciudadanos de a pie. Se decidió sin apenas batalla política, cuando se acordaron los ajustes en cadena. La respuesta en la calle o en el debate público ha ido subiendo de tono según se comprobaba la inutilidad del sacrificio en Grecia.  

miércoles, 13 de julio de 2011

MÁS PARADOS SIN SUBSIDIO

En su habitual rifirrafe con el líder del PP, Mariano Rajoy, hoy el presidente Zapatero ha dejado claro que el crecimiento este año "no será el que todos querríamos" para permitir la creación de empleo "de manera significativa". No es nuevo este mal vaticinio. De hecho, el Gobierno había previsto, cuando elaboró los presupuestos en septiembre, que en 2.011 se volverían a crear puestos de trabajo después de tres años de demoledora caída del empleo. Pero apenas serían 43.000 empleos más. Era muy poco, pero en abril, rebajó aun más esa raquítica previsión, para dejarla en una simbólica creación de 29.000 puestos de trabajo. Esto es un pronóstico, o un tímido objetivo, que aun no hemos visto.

De momento hay 140.000 parados más que hace un año inscritos en la oficinas de empleo. Si hay más parados registrados, habrá más personas cobrando el paro, cabría pensar. Pues no. hay casi 300.000 personas menos cobrando alguna prestación o ayuda por desempleo. Es un dato de debe suscitar preocupación porque ha aumentado el colectivo de personas que no cobra nada: ni seguro de desempleo, ni subsidio, ni la renta activa de inserción que dan la comunidades autónomas, ni tampoco el subsidio agrario. Nada. De los 4.121.801 parados inscritos, hay un 1.381.584 que no recibe nada.
La falta de ayudas para cada vez más parados tiene dos explicaciones. La primera, cada vez hay más parados a los que se les acaba la prestación por desempleo y no han encontrado trabajo. La segunda cada vez hay más personas que pierden el empleo sin tener derecho siquiera a cobrar una ayuda.
Entre enero y mayo (que son los meses sobre los que hay datos) el Estado y las Comunidades Autónomas han dedicado 1.335 millones de euros menos que hace un año en ayuda a los parados. La disminución comenzó a notarse a partir de agosto del año pasado. Y sin embargo, el paro ha seguido aumentando.

La pérdida cada vez mayor de las ayudas por estar en paro, no han contribuido en absoluto a que la gente encuentre más empleo. Esa es otra burda teoría que se ha llegado a emplear en muchas ocasiones para justificar recortes a las prestaciones por desempleo. No ocurre ahora, pero puede volver a suceder. Atentos.

martes, 12 de julio de 2011

DESDE EL ABISMO

Leo los últimos datos sobre la deuda española y quedo impresionado. El bono español a diez años se vende en el mercado de deuda con una rentabilidad superior al 6 por ciento. Lo que representa que a partir de ahora a nuestro país se le va a prestar el dinero que pida con ese interés. Y significa que España tendrá que pagar 3,72 puntos más que lo que paga Alemania, el país al que se le presta a mejor interés. Es lo que se llama prima de riesgo, el interés de más que hay que pagar, en teoría, por ser menos fiable. Habitualmente se expresa en puntos básicos: 372, en lugar de 3,40.
Mi asombro no viene sólo por alto interés al que se ha puesto nuestra deuda pública, la que emite el Estado, sino por la velocidad con que lo está haciendo: del viernes pasado al lunes, en un sólo día, se pasó desde los 284 a los 340, casi 60 puntos. Y hoy, sigue la escalada. Al escribir esto llega a los 378.
Como siempre que ocurre algo en los mercados financieros, se dan explicaciones que justifican estos movimientos. Pero en realidad, si analizamos fríamente, no ha sucedido nada concreto, ni se ha conocido ningún dato que justifique que hoy España es menos solvente que hace unos días.
Sí han ocurrido cosas importantes, me podría decir cualquiera que haya seguido la información económica:
-Recientemente la agencia de calificación Moody´s rebajó la deuda de Portugal a la condición de bono basura (denominación puramente periodística que no termino de entender, porque dado el alto interés que pagan los bonos portugueses de un tiempo a esta parte, se debe tratar de la basura más cara del mundo).
-Las autoridades europeas se han desahogado un rato para descalificar a las agencias de calificación. Pero nada han especificado sobre un posible cambio del sistema de calificación de la deuda.
-El ministro italiano de economía ha sido criticado por su jefe, el primer ministro, que a su vez está en la picota.
-Hay nerviosismo por el resultado de las pruebas a la banca , los llamados stress test (se dice así en la jerga de los mercados, en realidad, hay la incertidumbre suficiente para hacer apuestas comprando o vendiendo títulos, que es como se gana dinero en bolsa o en el mercado de deuda)
-Y sobre todo, la Unión Europea sigue sin ponerse de acuerdo, en cómo debe ser el segundo plan de ayuda a Grecia.

Todo lo descrito, no se concreta en nada. Pero son cartas que ha repartido el crupier en el casino para las apuestas sobre los títulos de deuda pública o sobre las acciones.

Lo cierto es que a estas alturas sólo hay una cosa clara: ha fracasado la fórmula inaugurada hace un año con Grecia, el rescate de su economía, mediante la concesión de préstamos de la Unión Europea y el FMI al interés de mercado, a cambio de un duro plan de ajuste que le impide crecer. Grecia ahora tiene más dificultades en devolver su deuda que hace un año, porque sus intereses han subido y no gana dinero, al no crecer su economía. A otros países (Irlanda y Portugal) se les ha aplicado más tardíamente la misma receta y no hay razón para pensar que la misma medicina vaya a producir otro efecto. En cuanto a España, le vendieron eso del ajuste y las reformas. Fue como tomarse la medicina para prevenir la enfermedad. Entonces estábamos al borde del abismo porque la prima de riesgo estaba disparada,...en los 163 puntos. Hoy ha llegado a superar los 370 puntos. Si nos creemos lo que se dijo entonces para justificar el ajuste, se supone que estamos ya al fondo del abismo. ¿Quien nos ha metido en él?

miércoles, 6 de julio de 2011

EL AJUSTE: UN ÉXITO.

Las últimas declaraciones de dos importantes miembros del Gobierno, confirman que el ajuste presupuestario al que se ha sometido España se está cumpliendo claramente:

El ministro de Fomento, José Blanco, se lamentaba de la imposibilidad de mantener y completar las carreteras y los trenes, sin subir los impuestos. Ello revela la intensidad del recorte en obras públicas por el ajuste.

La vicepresidenta de Economía, Elena Salgado, reconoce que en el segundo trimestre del año ha habido una desaceleración.

Pero hay más pruebas del éxito del ajuste:
En junio el paro registrado se redujo en 67.858 personas. Es el tercer mes consecutivo de bajada del desempleo. La reducción del número de parados en junio además es la segunda mayor que se ha registrado en ese mes. A simple vista parece un buen dato. Pero sólo si no miramos más. El resto de los detalles son malos:
Primero, la bajada del paro es claramente menor que la de junio del año pasado, cuando se redujo en 83.834 personas.
Segundo: en junio se hicieron menos contratos indefinidos (estables) que hace un año. Algo que viene repitiéndose cada mes. Cada vez se hacen menos contratos estables y más temporales. Tras la reforma laboral no se ha corregido la tendencia, sino que se ha acelerado.
Tercero: ha bajado en 5.612 el número de personas afiliadas a la Seguridad Social, lo que significa que se destruye empleo.

No es este el único reflejo de que persiste la atonía económica.
El consumo de energía eléctrica en junio fue un ligeramente menor que un año antes.
La venta de coches sigue desplomándose: en el primer semestre se ha vendido un 26 por ciento menos de automóviles que hace un año.
Y Hacienda logra reducir su déficit a base de gastar menos. La inversión en obra pública, que suele crear mucho empleo, ha caído un 20 por ciento.

Si se recortan salarios a un millón de empleados públicos y se congelan los del resto, esos ciudadanos, consumirán menos. Si se recorta el dinero para hacer obras públicas, no hará empleo para mucha gente, que también dejará de consumir. Son las consecuencias del ajuste.

El ajuste tiene éxito en todo,...o más exactamente, en casi todo.

Cuando se aprobó ,el Gobierno trataba de tranquilizar a los mercados. El termómetro de su malestar, de la falta de credibilidad en la economía española era la diferencia entre el interés de nuestros bonos y el de los alemanes. La llamada primar de riesgo, que hace que paguemos mucho más por el dinero que nos prestan. En mayo de 2.010, cuando nos quedamos al borde del precipicio esa prima de riesgo se había disparado hasta 163 puntos. Un dato tan alto avisaba de un colapso y el Gobierno cedió y anunció el ajuste. Ahora esa prima de riesgo llega ya a 269 puntos. Con algunos altibajos, no ha parado de subir.
Curioso: todo se somete al ajuste salvo el indicador que lo justificó. De acuerdo con esa prima de riesgo, hemos ido al precipicio y nadie nos lo ha contado.