"El secreto de ser aburrido es decirlo todo"

Voltaire.

domingo, 4 de octubre de 2015

UNO PARA TI, VEINTICUATRO PARA MÍ.

La remuneración media de los consejeros de administración de las empresas del Ibex es 24 veces superior al salario de los trabajadores de las grandes empresas. Y el año pasado se incrementó el 25 por ciento.
“Sabido es que la Fortuna suele ser la más traidora de las diosas con aquellos mismos que favoreció demasiado”.
Benito Pérez Galdós. Episodios Nacionales.

No hay duda de que la suerte no está bien repartida.  A unos les llega más que a otros, según la rueda de la fortuna. No, no me refiero a fortuna en su primera acepción del Diccionario de la Real Academia: “Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito”. Empleo esa palabra en su acepción quinta del mismo diccionario: “Hacienda, capital, caudal”.

Por ejemplo, dos personas. A ambas les ha sonreído la suerte.

Comienza la nueva temporada y una mujer, pongamos de 35 años, que llevaba 26 meses sin empleo, lo encuentra. Antes era auxiliar administrativa. Ahora comenzará a trabajar como cajera en un supermercado. Lo hará a tiempo completo, ocho horas de jornada laboral. Su contrato es temporal, pero para una larga temporada, dos años. Cobrará el salario mínimo: 9.080 euros al año en 14 pagas. Le saldrá a 4 euros con 30 céntimos la hora trabajada.

En un Consejo de Administración de una empresa importante, entre las 35 del Ibex, las más destacadas de las que cotizan en bolsa, ha quedado una vacante. Su presidente se pone en contacto con un hombre al que ya conoce. Tiene 56 años. Es licenciado en derecho, trabajó en la Administración, ocupó cargos en dos compañías, con resultado desigual e hizo sus pinitos en la política. Ahora le ofrece el puesto de consejero independiente. No será un puesto muy relevante a esos niveles. No ocupará funciones ejecutivas. Recibirá información pormenorizada de la marcha de la empresa y acudirá una vez al mes a la reunión del Consejo. Es una tarde larga: cuatro horas de sesión. Cada dos meses le tocará otra reunión de una comisión delegada, más o menos lo mismo que la anterior. El puesto es en principio para dos años, renovables. Cobrará 175.000 euros al año. Le saldrá a 2.083 euros con 33 céntimos la hora.

Está claro, la suerte les ha sonreído a los dos. Pero no la fortuna.  El nuevo consejero de una empresa del Ibex cobrará 484 veces más por hora trabajada que la cajera recién salida del paro. Los personajes, claro, son ficticios, pero los datos no son inventados. El sueldo de la cajera es el Salario Mínimo Interprofesional  en España este año. El otro  es la remuneración media que percibieron en 2014 los consejeros no ejecutivos, los que se limitan a asistir a las reuniones, de las empresas del Ibex. Figura en el Informe anual de remuneraciones de los consejeros de las sociedades cotizadas, correspondiente a 2014, publicado el pasado 30 de septiembre por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Son dos supuestos de lo que puede dar de sí el trabajo remunerado en España. La condición humana de ambos es sin embargo la misma, los dos comen, se visten, tienen hijos que mantener y deseos que satisfacer. También es igual su teórica condición ciudadana: los dos deberían disfrutar de los mismos derechos.
Pero vamos más al detalle y a analizar situaciones más comunes. El consejero citado no disfruta del mejor de los sueldos en el universo del Ibex. Antes al contrario. Está en el rango más bajo por lo que se lleva al bolsillo. Si incluimos a todos los consejeros de administración, también a los ejecutivos, los que trabajan cada día, el salario medio cobrado en 2014 alcanzó los 613.000 euros al año. Tuvieron también suerte, qué digo suerte, fortuna. El año pasado esa remuneración se incrementó un 25 por ciento respecto a 2013. Para comparar, el salario medio en España fue de 22.600 euros, y en lugar de aumentar, registró un estancamiento, bajó ligeramente, un 0,5 por ciento.

En las grandes empresas el salario medio en España es un poco más elevado. Fue de 26.000 euros el pasado año. Este dato nos sirve para comparar que por cada euro que gana un empleado, el consejero de administración se lleva 24. Esto incluye a los consejeros que trabajan día a día, los ejecutivos, y a los que van sólo a la reunión mensual, en algún caso para aburrirse, como explicó por propia experiencia Felipe González, durante su paso por el Consejo de Administración de Gas Natural. Por no aburrirse y dedicarse a llevar la empresa, los consejeros ejecutivos ganan mucho más: por término medio, 2.725.000 euros. Es decir, 104 veces más que lo que recibe la media de los trabajadores de las grandes empresas.

¿Qué es lo que explica que los Consejeros de las empresas más importantes ganen tanto en relación a sus empleados? ¿Cómo es posible que, en un mismo año, mientras la remuneración de los trabajadores de las grandes empresas se haya estancado o incluso bajado,  la de los consejeros de administración haya subido un 25 por ciento?  Las compañías lo justifican sobre todo con dos frases, que recoge el informe citado. La primera, “Atraer, retener y motivar a los mejores consejeros”. La segunda, “Mantener la competitividad en el mercado retributivo”. Para cualquier cosa que se haga en la vida se pueden elaborar  explicaciones.

Lo cierto es que falta una aclaración importante, que puede ayudar a explicarlo ¿Quién decide las retribuciones de los miembros de un consejo de administración? La respuesta es sencilla: el propio consejo de administración. En pura teoría, la junta de accionistas aprueba la política de remuneraciones, en algún caso con cifras límite para el conjunto del consejo. Pero es este el que hace esa propuesta a una junta   que controla y el que luego distribuye el dinero ¿Es el consejo dueño de la compañía? No exactamente. Por término medio, el 60 por ciento de las acciones, esto es, de la propiedad de las compañías del Ibex, son de inversores diversos, que compran y venden en bolsa, desde un particular a un fondo de inversión. Otro 33 por ciento de la propiedad es de accionistas significativos, conocidos, pero que no pertenecen ni están representados en el consejo de administración. Total, el 93 por ciento.

¿A alguien le cabe alguna duda de que si la cajera recién salida del paro pudiera fijar su propio sueldo este superaría con creces el salario mínimo? Incluso de sonreírle la suerte, podría pasar a sonreírle la fortuna.